La hiperpersonalización es un método que se ha implementado en redes sociales y comercios digitales para lograr un trato uno a uno con los prospectos, entenderlos mejor y poder brindarles lo que necesitan a partir de un registro de sus movimientos y búsquedas en una plataforma. Pero también hay un factor muy importante que ha desequilibrado la confianza en estos sistemas: la privacidad.
Antes de entrar de lleno en este tema, nos parece necesario explicar bien lo que es la hiperpersonalización y cuáles son sus objetivos dentro del marketing digital.
Esta forma de operar pretende procesar los datos, tanto demográficos como de comportamiento, de los usuarios por medio de tecnología artificial. El objetivo de la hiperpersonalización es ofrecer a los usuarios una mejor experiencia durante todo el customer journey para así poder apelar a las necesidades de los prospectos y hacerlos sentir especial, logrando su fidelización.
Lo cierto es que muchos usuarios tienen miedo de compartir sus datos e información a las plataformas. Y este temor se debe, en su mayor parte, a la falta de comunicación por parte de las empresas y redes digitales.
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Este punto es demasiado importante, porque si bien es cierto que la hiperpersonalización ayuda a mejorar la experiencia de los prospectos y el proceso de compra en las plataformas, también puede traer consecuencias negativas si los usuarios no se sienten seguros brindando sus datos e información.
Lo que es importante para poder cumplir con los objetivos principales de la hiperpersonalización, es brindar seguridad a los usuarios, comunicando con transparencia para qué funciona el registro de sus datos y aprovechando su confianza para brindarles la mejor experiencia a lo largo de su interacción con la empresa.
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